Recientemente, tuve el privilegio de participar en un foro centrado en un tema de gran relevancia sobre la Ex Cooperativa Tuman, organizado por los Colegios Profesionales de Lambayeque. En este encuentro, todos los lambayecanos expresamos nuestro deseo de ver mejorada esta empresa, ya que representa una importante fuente de empleo para muchas familias y contribuye al crecimiento de la región. A continuación, comparto mis apuntes sobre esta importante reunión donde estuvieron presentes muchos especialistas en sus diferentes especialidades.
Ante la compleja situación que enfrenta la empresa agroindustrial Tumán, dedicada al cultivo de caña de azúcar, el cual debería diversificar, por cuanto los especialistas señalan que no es tan rentable este producto, es crucial abordar los problemas desde una perspectiva integral que incluya tantos aspectos legales como organizativos y financieros. Desde la perspectiva que puedo abordar y comentar, del derecho laboral, considero que es necesario establecer estrategias que protejan los derechos del inversionista asi como de los trabajadores, al mismo tiempo que contribuyan al reflotamiento de la empresa.
En ese sentido desde mi perspectiva como abogado en temas laborales, puedo sugerir algunas propuestas:
PRIMERO.- Posiblemente lo más importante, a fin de poder reflotar la empresa se necesita un buen empleador (inversionista) que tenga mínimamente el siguiente perfil:
- Inversionista (Empleador) con fondos de inversión especializados en sectores agrícolas y con experiencia en reflotar empresas azucareras o agroindustriales. Este empleador debería venir con la experiencia de identificar y abordar problemas operativos y financieros en la empresa, aportando conocimiento de empresas en crisis, recursos financieros y una red de contactos para apoyar a la recuperación de la empresa.
- Inversionistas (Empleador) con interés en el desarrollo regional y con visión a largo plazo, que esté dispuesto que el retorno de su inversión a largo plazo en lugar de buscar retornos rápidos.
SEGUNDO.- Es imprescindible regularizar los pagos atrasados, ya que es prioritario que la empresa cumpla con sus obligaciones laborales y pague las remuneraciones como los beneficios sociales adeudados a sus trabajadores. Esta medida no solo es vital para cumplir con la legislación laboral, sino también para elevar la moral y la motivación de los trabajadores.
TERCERO.- Será difícil pero necesario por parte de los trabajadores en una renegociación de los acuerdos colectivos, considerando el nuevo entorno y la importancia de mantener a flote la empresa, porque ningún pacto se ejecuta si los empleadores no cuenta con la liquidez necesaria; de este modo, se puede promover una nueva relación laboral colectiva para reducir los conflictos internos y promover un ambiente laboral más estable. Estos acuerdos podrían incluir medidas como dejar sin efecto algunos bonos y que se adaptan o condiciones más a bonos por productividad real, la creación de programas de capacitación y desarrollo para contar con personal calificado entre otros puntos que serán temas de debate.
CUARTO.- La implementación de políticas de seguridad laboral es de suma importancia, especialmente considerando el historial de enfrentamientos y fatalidades en la empresa. Priorizar la seguridad y la salud de los trabajadores es crucial. Al incorporar un nuevo empleador (inversionista), será necesario implementar medidas de seguridad en el lugar de trabajo, proporcionar capacitación en prevención de riesgos laborales y establecer protocolos para manejar conflictos de manera pacífica, en cumplimiento con la ley y en beneficio de todos los involucrados.
QUINTO.- Es esencial llevar a cabo un Due Dillinger laboral o una auditoría laboral para evaluar y abordar los aspectos laborales de la empresa, con el fin de identificar posibles irregularidades, como el incumplimiento de normativas laborales o la participación en prácticas laborales ilegales. Esta acción permitirá corregir cualquier infracción legal y garantizar que las prácticas laborales de la empresa estén en conformidad con la normativa vigente.
SEXTO.- Implementar programas para optimizar los costos laborales se tornará inevitable en la búsqueda de cualquier nuevo empleador (inversionista). Por tanto, es esencial diseñar estrategias de reestructuración que minimicen el impacto en los trabajadores. Dichas estrategias podrían abarcar desde la reubicación en otros roles dentro de la empresa hasta la capacitación para adquirir nuevas competencias, e incluso la implementación de programas de retiro voluntario. No obstante, es importante tener en cuenta que en el contexto de mayores inversiones en proyectos agrícolas, la reducción del personal no es necesariamente viable. Esto se debe a la imperante demanda de mano de obra, como evidencia la escasez de trabajadores en zonas agroexportadoras del país. Esta situación, ante su escasez, conlleva a una presión alza en las remuneraciones de los trabajadores.
La colaboración activa de los trabajadores será fundamental para inspirar confianza en los inversores (empleadores) y materializar estas propuestas. Asimismo, esta participación será crucial para demostrar transparencia y compromiso con el proceso.