Horas antes que el Presidente Pedro Pablo Kuczynski renunciara (21 de marzo del 2018), firmó un DS que autorizó el aumento del Sueldo Mínimo Vital de S/. 850.00 a S/. 930.00, casualmente el anterior presidente del país, Ollanta Humala, a falta de 3 meses de dejar el cargo, 01 de mayo del 2016, decretó el aumento de la RMV de S/. 750.00 a S/. 850.00; esto demuestra que los aumentos no responden a factores técnicos y consensos entre trabajadores, empleadores y el Estado, sino a un acto populista y anti técnico, pese a que la remuneración debe ser tratado como un factor importante, tanto por la repercusión en la económica así como en la creación de puestos de trabajos dignos en nuestro país y en la de cualquiera.
Haciendo una brevísima referencia al sueldo mínimo en el Mundo, este se aplicó en 1894 en Nueva Zelanda, en EEUU a partir de 1938 y en el Peru, a partir de la Constitución de 1933 en su artículo 46, que señalaba:
Artículo 46.°.— El Estado legislará sobre la organización general y las seguridades del trabajo industrial y sobre las garantías en él de la vida, la salud y la higiene. La ley fijará las condiciones máximas de trabajo, la indemnización por tiempo de servicios prestados y por accidentes, así como los salarios mínimos en relación con la edad, el sexo, la naturaleza de las labores y las condiciones y necesidades de las diversas regiones del país.
Además que ya se encontraba regulado por convenios que el Peru ha ratificado como son los Convenios 26 y 99 que regulan sobre salarios mínimos de trabajadores de industrias y de agricultura respectivamente.
Es así que con el DL 14192 del 21 de agosto de 1962 se fija los sueldos mínimos; sin embargo está ley, fijaba los sueldos mínimos de manera diferenciada tomando en cuenta las regiones, la diferencia que existía entre empleados y obreros, entre otros elementos.
Sin embargo, hoy en día en nuestro país, se dicta un aumento de la RMV y este tiene efecto para todos los trabajadores del país.
Solo de manera referencial, en la última década el aumento de la RMV ha crecido de la manera siguiente, durante el gobierno de Alan García, el aumento del RMV fue de S/. 530 a S/. 600, en el gobierno de Ollanta Humala pasó de S/. 600 a S/. 850
Uno de los más prestigiosos economistas y que más ha publicado sobre la RMV con su relación en la economía, Gustavo Yamada, decano de la Facultad de Economía de la Universidad del Pacifico, considera que se debe de ajustar los salarios; sin embargo se debe de tener en cuenta que cada RMV de acuerdo a cada región, por cuanto no ajustar los salarios sin esta diferencia, puede llevar a aumentar la informalidad laboral, sobre todo en provincias.
Además, esta propuesta no es un hecho aislado, es completamente viable, ya que varios países de Europa lo aplican como Finlandia, Alemania, Inglaterra, Bélgica entre otros, así como en nuestro Continente como EEUU, México, Costa Rica, Honduras, Panamá entre otros.
El maestro Gustavo Yamada propone las RMV por regiones; los países en referencia, toman como variable estas diferenciaciones, así como también por Rama de Actividad, por tamaño de la empresa además de acuerdo a la propuesta, por zona geográfica.
Está demostrado que la RMV no es otorgado con argumentos técnicos, sino como un acto populista propia de políticos, para darse un baño de popularidad.
Desde un punto de vista LABORAL y SOCIAL, el aumento de la RMV es un paso más del reconocimiento y avance de los derechos laborales en su aspecto de ser un derecho progresivo; pero se debe de tener en cuenta, que los sueldos no se aumentan solo por un decreto de un político que quiere darse un baño de popularidad o circunstancias políticas (como este último aumento de PPK), sino que este se debe lograr, generando una mayor productividad de los trabajadores y que esto a su vez, se logra con mayor innovación, educación de calidad, dotar mayor infraestructura, eficiencia y un nivel inflacionario muy bajo.
Con respecto a la informalidad y creación de más puestos de trabajo, el aumento de la RMV ha quedado demostrado, como señalan los economistas y el mismo Ministerio de Trabajo, no reduce sustancialmente la informalidad ni motiva a la formalidad en muchas empresas, así como tampoco repercute en el crecimiento de puestos de trabajo.
Esperemos que el Consejo Nacional del Trabajo, sea el medio que plantee las políticas laborales en beneficio de todos los involucrados en el crecimiento en justicia social del país, como son los empresarios, trabajadores y el Estado.
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